Conectar con nuestro Ikigai no es una receta mágica, es una invitación desde el fluir, enlazar con las motivaciones, creatividad, el placer, el proceso y el deleite cuando estamos inmersos en cada actividad que realizamos en nuestro presente.
Detrás de esta palabra, encontramos:
- La razón de ser de cada persona.
- El talento y la pasión que tienes, que dan sentido a tus días.
- La motivación interna, actitud de entusiasmo y apertura para aprender cosas nuevas.
- El impulso de hacer cosas útiles para la comunidad.
La felicidad no está en el resultado, está en el hacer. Al concentrarnos en disfrutar de sus rituales diarios, podemos usarlos como herramientas para entrar en un estado de fluidez.
Rosalinda Infante
Caracas – Venezuela